Esta urna tecnológica convierte las cenizas de tus seres queridos fallecidos en árboles, se trata de una maceta inteligente que permite que los restos incinerados de un familiar o propios sirvan de nutriente para cualquier tipo de árbol y parece ser la alternativa para los funerales y entierros del futuro en un mundo con cada vez menos espacio para cementerios y más necesidad de espacios para generar recursos.
Al morir, convierte tus cenizas en un árbol
Si hay algo que une a todos los seres humanos, es que todos alguna vez pensamo en cómo será el día de nuestra muerte, el funeral y el entierro.
Pero no todos se conforman con el funeral y entierro típico que suele ser caro y horrible para los familiares, así que la empresa Bios Incube creó esta interesante iniciativa que es una especie de urna inteligente, equipada con sensores y un sistema de irrigación integrado que permite utilizar las cenizas de una persona como nutriente para dar vida a un árbol.
De acuerdo a Bios Incube, este sistema se compone de una vasija de material biodegradable, donde nace y crece un árbol en contacto con los restos incinerados.
La incubadora, bio urna o “maceta inteligente” está equipada tecnológicamente con sensores e irrigación automatizada que permite monitorear la urna para que la planta se desarrolle de forma óptima y controlada.
Este tecnológico dispositivo se conecta mediante wifi a una app que informa como va creciendo el árbol, ofrece consejos para mantenerlo y, además, alerta sobre las condiciones del clima para el óptimo cuidado de la planta.
Los creadores de esta nueva tecnología sugieren plantar especies nativas de árboles para que se desarrollen de acuerdo a las condiciones ambientales. Según sus estimaciones, un pino tarda de 12 a 14 meses en crecer, lo suficiente como para ser trasplantado a un bosque, pero si el usuario lo desea, la urna puede alojar un árbol durante varios años.
La idea de que un ser querido pueda “volver” a habitar la tierra y convertirse en un árbol, ha despertado la curiosidad de varios que descreen de las típicas formas de entierro y le tienen hasta fobia a ser enterrados en un cajón de madera.
Además de ser una solución innovadora, tiene bastantes beneficios considerando que vivimos en un planeta sobrepoblado en donde hay menos espacios disponibles para enterrar a los muertos. Por otra parte, el crecimiento desenfrenado de la ciudades ha provocado la disminución de áreas verdes.
Roger Moliné, uno de los cerebros de esta iniciativa, indicó a EFE que la idea es devolver el cuerpo a la tierra convirtiendo la muerte en una transformación y un retorno a la vida a través de la naturaleza:
De algún modo se reintroduce al ser humano en el ciclo natural de la vida y se extiende este proceso permitiendo que la gente aprenda de uno de los momentos más importantes de la existencia, en vez de visitar un cementerio una vez al año.
Una solución muy ingeniosa que promete ser el futuro de cómo lidiaremos con la muerte, y en cierta manera, para algunos, será un paso más rápido hacia la reencarnación.
Video : Bios Incube
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