Cuál es la mayor fantasía sexual femenina?
Si bien es cierto que cada persona tiene su propia fantasía sexual personal, con las cuales alcanza orgasmos más intensos, un estudio asegura que las mujeres tienen una en común.
La Universidad de Montreal en Canadá investigó cuál era la fantasía sexual más frecuente entre las mujeres. Con la ayuda de 1.500 voluntarias, preguntaron sobre gustos, preferencias y deseos sexuales.
Los resultados demostraron que para el 60% de las participantes encuestadas, el sueño sexual más común era ser sometida por su pareja; la mayoría señaló que querían ser sumisas sexuales y dejar que su acompañante haga lo que quiera con ellas.
“Las mujeres que tienen este tipo de fantasías también buscan el papel de dominante en la cama, por lo que los temas sadomasoquistas suelen ser tratados más como una fantasía que como una realidad en la vida sexual de las mujeres debido a los tabúes que en ocasiones existen”, afirmaron los autores del estudio, Christian Joyal y Amélie Cossette.
Según los investigadores, las personas que tienen fantasías de sumisión también muestran con frecuencia deseos de dominación, es decir, no son excluyentes, sino todo lo contrario. Las acciones que más le gustarían a las mujeres en la cama son: ser esclavizadas durante el sexo (52%), recibir palmadas en el trasero (36%) y ser forzadas a tener sexo (28%).
En segundo lugar en el ranking de fantasías sexuales femeninas las mujeres manifestaron que querrían mantener relaciones sexuales con tres personas, no importa si son dos hombres, dos mujeres o variados.
Las fantasías sexuales tienen ciertos beneficios en cuanto a la pareja y en lo personal. Ayudan a disfrutar y enriquecer la vida sexual. Explorar a fondo las fantasías sexuales en pareja, y llevarlas a cabo, puede ser de gran beneficio para reforzar una relación íntima, siempre y cuando sean consentidas por las partes involucradas.
Muchas mujeres reprimen sus pensamientos eróticos y dejan de lado sus fantasías sexuales por miedo de ser juzgadas por su pareja. Pero es importante realizarlas porque no sólo proporcionan mayor placer, sino que eliminan el estrés, aumentan la autoestima y logran un efecto calmante.
Por supuesto, siempre será de vital importancia la comunicación entre las partes para expresar sus necesidades, deseos y limitaciones. No se trata de suprimir, negar o dejar de disfrutar nuestras fantasías, sino disfrutar a plenitud la sexualidad sin dañar a los demás.
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