El 23 de septiembre de 1939, fallecía en Londres el profesor Sigmund Freud, médico neurólogo de origen austriaco, padre del psicoanálisis, y una de las mayores mentes intelectuales del siglo XX. Como investigador, inició su carrera en el campo de la neurología para más tarde derivar progresivamente hacia la psicología de las afecciones mentales. Así, reemplazó paulatinamente el método de sugestión hipnótica, por el de asociación libre e interpretación de los sueños. Más tarde, desarrolló una teoría etiológica de las neurosis que resultó ser la plataforma para su teoría psicoanalítica, método en el que un analista escucha y trabaja con los conflictos inconscientes del paciente. Sus teorías sobre la sexualidad infantil, la libido y el ego, entre otras, fueron algunos de los conceptos académicos más influyentes del último siglo.
Cómo murió Sigmund Freud
Sigmund Freud era un fumador compulsivo. En la mayoría de las imágenes que podemos rescatar de él aparece con un puro en la mano, fumaba mas de 20 diarios de su marca favorita: Don Pedro. Esto posiblemente precipitó el cáncer que sufrió en el maxilar superior, contra el que luchó durante 16 años de su vida.
En 1923 se confirmó que padecía "leucoplasia proliferativa papilar" y fue operado en 33 ocasiones sin éxito. Sufrió sesiones continuas de radioterapia y llevó varias prótesis, para separar la cavidad oral de la cavidad nasal. Unos complejos dispositivos a los que Freud apodó "el monstruo", que le obligaban a comer a solas y le impedían hablar correctamente.
Las intervenciones, con el tiempo deformaron estéticamente su rostro y apareció la gangrena que perforó la piel del lado derecho de su cara. En esta última etapa de su enfermedad el dolor era casi insoportable. La lesión desprendía un olor nauseabundo que impregnaba la habitación de tal manera, que su perro no quería entrar en la misma, incluso, se instaló un mosquitero alrededor de su cama para evitar la gran cantidad de insectos que acudían.
Sigmund Freud el 23 de septiembre de 1939 presa de severos dolores que padecía, le pidió a Surch, su médico personal y amigo, una muerte asistida. Éste cumpliendo la promesa que habían pactado algunos años antes, le administró 400 miligramos de morfina en menos de 24 horas que le causaron la muerte.
Durante todos esos años de padecimientos Freud elabora nuevas hipótesis, publica libros revolucionarios, psicoanaliza diariamente a ocho pacientes, dirige la Sociedad Psicoanalítica y mantiene todas sus actividades hasta el final.
Cuando Freud llegó a Londres para pasar los últimos catorce meses de su vida, fue visitado por Salvador Dalí, el pintor surrealista veneraba a Freud. Le hizo un retrato en el que el deterioro de la enfermedad era ya patente y del que Dalí comentó: "En este dibujo, yo había prefigurado inconscientemente su aproximación a la muerte". El retrato nunca le fue mostrado a Freud.
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