Ana Bolena, madre de la más grande monarca inglesa
Ana tenía ojos hermosos, una gracia única y su facilidad para tocar instrumentos musicales, bailar y declamar la hacían una mujer muy atrayente, aún cuando tenía un sexto dedo en una mano, que ocultaba con vestidos de largas mangas.Mientras las hermanas Bolena, María y Ana, eran damas de honor de la reina de Inglaterra Catalina de Aragón; cierto día Ana representaba una obra de teatro para el rey, él queda flechado con su hermosura y empieza a cortejarla. Pero Ana tenía bien claro que no iba a ser amante del rey como su hermana María lo había sido por un tiempo, Ana aspiraba a algo más.
Enrique y Catalina sólo tenían una hija: María I, y el rey estaba preocupado por tener un varón heredero de su trono a fin de conservar la monarquía y prevenir la guerra civil. Así que, en 1527, solicita formalmente al papado la anulación de su matrimonio, argumentando para ello que la reina era la viuda de su hermano Arturo, muerto cuando todavía era príncipe de Gales. Ya en ese momento el monarca había comenzado una apasionada relación con Ana Bolena.
Dos años después, el papa Clemente VII se negó a conceder el divorcio, en gran medida a causa de las presiones del rey de España y emperador de Alemania, Carlos V, sobrino de Catalina de Aragón. Entonces Enrique VIII decide emancipar a la Iglesia de Inglaterra de la Iglesia Católica Romana y se autoproclamó Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra e instituye un nuevo culto, el anglicano, influido por la Reforma Luterana. A pesar de que pocos años antes Enrique había proclamado su adhesión inquebrantable al catolicismo, su deseo de conseguir un heredero le arrastró a romper los vínculos religiosos de su monarquía con el papado.
Así, el 25 de enero de 1533 por la noche, sin invitados ni avisos, Enrique contrae matrimonio con Ana, Marquesa de Pembroke, título que le concedió para que tuviera un rango noble. Meses después Ana Bolena fue coronada reina de Inglaterra y dio a luz a una niña que llamó Isabel.
La hija de Enrique y Ana nació prematura el 7 de septiembre de 1533, en el palacio favorito del rey, el palacio de Placentia. En un bautizo espléndido le dieron el nombre de Isabel, en honor a la madre de Enrique, Isabel de York.
Ana tenía una plantilla de sirvientes mayor que la de Catalina: había más de 250 criados para atender a sus necesidades personales, desde sacerdotes hasta mozos de establo. Desde entonces se vuelve cercano el religioso moderado Matthew Parker, que se convertiría en uno de los principales arquitectos de la moderna Iglesia de Inglaterra bajo el reinado de su hija Isabel I.
Ana intentó persistentemente tener un hijo debido a la presión y deseos de Enrique de tener un heredero varón que perpetuara la dinastía en el trono; logró engendrar un varón que perdió el mismo día del entierro de Catalina, el 29 de enero de 1536, cuando sufrió un aborto. Para la mayor parte de observadores, esta pérdida personal fue el principio del fin del matrimonio real. Cuando Ana se repuso de su aborto, Enrique declaró que su matrimonio había sido maldecido por Dios.
La reina Ana Bolena se había ganado la hostilidad de los miembros más influyentes de la corte debido a su carácter caprichoso y arrogante, lo que la dejó sin apoyos políticos cuando su matrimonio entró en crisis. Esta circunstancia unida a que el Rey ya se había encaprichado con Jane Symour, dama de honor de Ana, hicieron que la reina perdiera el favor de Enrique.
Thomas Cromwell, el mismo que había ayudado a Enrique a idear como deshacerse de Catalina de Aragón, hace un plan para deshacerse de Ana también. Inventa que Ana tiene romances con su músico, Smeaton, sus amigos e inclusive con su propio hermano, George. A su músico lo torturan y confiesa tener amoríos con la reina.
Enrique nombra bastarda a Isabel y manda a encerrar a Ana a la siniestra Torre de Londres, mientras se lleva a cabo su juicio. Después de algunos días, la declaran culpable de adulterio, incesto, herejía, traición y actos contra el rey. Ana, con una gran dignidad se presentó el día de su ejecución demostrando una gran entereza. Fue decapitada con una espada de Calais y un verdugo francés traídos especialmente para su muerte el 19 de mayo de 1536.
El gobierno no aprobó proporcionar un ataúd apropiado para Ana. Así, su cuerpo y cabeza fueron depositados en un arca alargada y sepultados en una tumba sin marcar en la capilla de St Peter ad Vincula. Su cuerpo fue identificado en unas reformas de la capilla bajo el reinado de la reina Victoria, y de esta manera el lugar de descanso de los restos mortales de Ana están marcados ahora en el suelo de mármol.
Al día siguiente de la ejecución de Ana Bolena, Enrique VIII contrajo matrimonio con Jane Seymour, que fallecería dos años después al dar a luz al príncipe Eduardo VI, quien murió siendo muy joven y sin dejar herederos. Ascendió entonces al trono la hija de Catalina de Aragón, la católica María I. Su muerte sin hijos en 1558 deparó la subida al trono de Isabel I, hija de Ana Bolena.
Isabel I, a menudo conocida como La Reina Virgen fue reina de Inglaterra e Irlanda desde 1558 hasta el día de su muerte en 1603. Fue la quinta y última monarca de la Dinastía Tudor. La reina se hizo cargo de un país dividido por cuestiones religiosas en la segunda mitad del siglo XVI. Durante su reinado, Inglaterra tuvo un gran esplendor cultural, con figuras como William Shakespeare y Christopher Marlowe. Mantuvo gélidas relaciones con Felipe II de España con quien libró una guerra que arruinó económicamente a ambos países.
Finalmente, Ana si fue la madre del más grande monarca inglés: la Reina Isabel I. Sin embargo, la reina Isable I condenó a la dinastía Tudor a la desaparición, al negarse obstinadamente a contraer matrimonio.
Ana fue conmemorada más tarde como mártir en la cultura potestante inglesa, particularmente por los trabajos de John Foxe. En años recientes, la opinión académica e histórica sobre ella ha sido generalmente favorable, gracias a diferentes publicaciones.
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