Día mundial del alzheimer
Era una mujer demasiado joven para tener demencia y su caso llamó poderosamente la atención del Dr. Alois Alzheimer. Ese día, durante la visita, el psiquiatra escribiría en sus notas: “La paciente se sienta en la cama, con una expresión desamparada”. Le preguntó:
— ¿Cuál es su nombre?
— Auguste.
— ¿Su apellido?
— Auguste.
— ¿Cuál es el nombre de su marido?
— Auguste, creo.
Estos fueron los primeros apuntes de un largo historial médico con más de 32 páginas en las que se detallan el inicio, los síntomas y el transcurso de esta terrible enfermedad.
Tras la muerte de la paciente (en 1906 por sepsis secundaria a úlceras por decúbito) el Dr. Alzheimer, que se encontraba trabajando en Munich, pidió que le enviaran el cerebro de la fallecida. Tomó más de 250 muestras y llevó a cabo un exhaustivo estudio histopatológico.
Seis meses después, dio una conferencia bajo el título: "Una nueva enfermedad grave característica de la corteza cerebral". En ella describe la presencia de placas amiloides y ovillos neurofibrilares en el córtex cerebral. La conferencia apenas suscitó interés; es más, todo su trabajo de investigación se perdió en los sótanos del hospital durante casi un siglo (hasta 1995).
En cuanto al nombre "Enfermedad de Alzheimer", es su colega Emil Kraepelin quien introduce el epónimo al utilizarlo por primera vez en 1910 en el Manual de Psiquiatría.
Se estima que para el año 2050 habrá 100 millones de enfermos de Alzheimer en el mundo. No sabemos quién será el último caso y si algún día lo habrá. Sin embargo, siempre quedará constancia de la primera persona diagnosticada con demencia tipo Alzheimer. Y esa fue Auguste Deter.
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