En la actualidad buscamos la fuente de energía más económica a nivel de hogar. El precio de la electricidad sigue subiendo y no parece que este hecho vaya a parar. Una de las opciones para poder ahorrar es hacer un cambio a una instalación de gas natural. Sin embargo, este cambio conlleva un coste elevado, pese a que existen ayudas para ello.
Fuentes de energía a nivel de hogar
Seguramente el tipo de energía que se usa en tu vivienda para el agua caliente, la calefacción o la cocina es la electricidad, puesto que es la más usada a nivel nacional. La otra gran fuente de energía que se usa es el gas natural, bastante más económico (puede llegar a ser un tercio del coste de la electricidad).
Por desgracia, existen muchas zonas de nuestro país a las que no llega el gas natural y siguen usando butano o propano.
Instalación de gas natural en tu vivienda
Primero tienes que asegurarte de que la red abastece a nuestro hogar de gas natural. Como hemos comentado, no en todo el territorio nacional se puede disponer de gas natural como fuente de energía.
Una vez que hayamos comprobado que el suministro alcanza nuestro hogar, deberemos ponernos en contacto con la distribuidora de la zona, la cual nos proporcionará un presupuesto de instalación de gas natural y una memoria técnica.
Como la acometida se coloca bajo la vía pública se requiere que se reponga la vía pública al mismo estado anterior lo que hace que aumente el costo de la obra y que se requiera un permiso de las autoridades para suspender el suministro durante la obra. Las distribuidoras suelen hacer las acometidas pagándolas ellas y luego cobrar el alta al cliente cuando requiere de suministro.
Cuando ya tengamos la obra finalizada, el instalador nos dará un Certificado de Instalación y se emitirá el código CUPS (Código Unificado de Punto de Suministro), los cuales serán indispensables para poder dar de alta el gas natural.
Tipo de instalación de gas natural
El tipo de instalación depende del tipo de inmueble en el que se va a realizar la instalación. Hay dos tipos diferentes de instalación receptora, común o individual, aunque ambas requieren de una acometida. La acometida es la conexión entre la instalación del inmueble y la red de distribución de la compañía distribuidora.
Instalación Receptora Común
Es la que se realiza en comunidades de vecinos y edificios. Se conecta a la toma general de acometida y, después, cada vivienda hará su instalación receptora individual.
Si el edificio posee calefacción o agua caliente centralizada, al hacer la Instalación Receptora Común es necesario llevar la canalización hasta el cuarto de la caldera general.
Para realizar este tipo de instalación es necesario que una tercera parte de los vecinos estén a favor.
Instalación Receptora Individual
En este caso es la instalación a realizar en cada piso o en una vivienda unifamiliar. Antes de realizarla hay que comprobar que existe la anterior. Si este es tu caso, solo hay que realizar una canalización interna y conectarla a la central.
En este tipo de instalación se coloca un contador individual fuera de la vivienda y, una vez que se compruebe que está todo correcto, sólo hay que finalizar la conexión IRC-contador.
En el caso de un unifamiliar, la IRI se conecta directamente a la red. Al construir este tipo de viviendas no se suele realizar acometida, por ser algo muy caro, por lo que se deberá hacer la acometida primero.
Precio de la instalación de gas natural
La instalación de gas natural no tiene un precio fijado debido a que cada tipo de inmueble tendrá un tipo de necesidades y consumo diferentes. Además, dependiendo del tipo de instalación, el tamaño de la vivienda o el número de radiadores por ejemplo, el coste variará.
Lo mejor es mirar diferentes presupuestos y tener en cuenta costes añadidos, como el alta en sí.
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