En el marco del Día Internacional de la Mujer, recordamos a Henrietta Vansittart, una pionera olvidada entre tantas mujeres importantes, cuyas innovaciones en hélices curvas transformaron la navegación para siempre.
Una Mente Brillante Desde la Infancia
Nacida en 1833 en Surrey, Inglaterra, Henrietta creció acompañando a su padre, James Lowe, en sus experimentos con hélices para barcos. Su pasión por la ingeniería naval la llevó incluso a embarcarse en el HMS Bullfinch en 1857 para probar uno de sus diseños.
Tras la muerte de su padre en 1866, Henrietta no se detuvo. Al contrario, perfeccionó sus inventos y en 1868 patentó el revolucionario propulsor Lowe-Vansittart, un diseño de hélices curvas que permitía a los barcos moverse más rápido, con mayor eficiencia y menos combustible.
Un Legado que Cruzó los Océanos
Su invento fue adoptado por prestigiosas embarcaciones como el HMS Druid y el SS Lusitania, y su trabajo fue exhibido en exposiciones internacionales desde Dublín hasta Melbourne.
En 1882, Henrietta hizo historia al convertirse en la primera mujer en presentar un artículo científico sobre su propulsor en la Asociación de Ingenieros y Dibujantes Foreman de Londres, un logro sin precedentes en una época en la que las mujeres rara vez eran reconocidas en campos técnicos.
Rompiendo Barreras de Género en la Ingeniería
Henrietta Vansittart no solo dejó una huella imborrable en la ingeniería naval, sino que también desafió los estereotipos de su tiempo, demostrando que el talento y la innovación no tienen género.
Su historia es un testimonio de perseverancia y creatividad, y un recordatorio de que las ideas brillantes pueden cambiar el mundo, incluso en los campos más dominados por hombres.
¿Conocías a esta increíble inventora? ¡Comparte su historia para inspirar a más mujeres en la ciencia y la tecnología!
¿Te gustaría conocer más historias de mujeres pioneras? ¡Déjanos tus sugerencias en los comentarios!
0 comentarios:
Publicar un comentario