Neblina mental, la nueva enfermedad del siglo XXI frecuente en las personas de todas las edades, una enfermedad que quizás sufras y aún no lo sabes.
Pequeños olvidos. No encontrar las palabras. Problemas para concentrarse. Sentirse confundido. Estudiar y no lograr aprender, ni rendir. Todos son síntomas de un nuevo trastorno mental muy común, que es tratable y prevenible.
Puede parecer algo típico de una persona alcohólica o bajo el efecto de las drogas, sin embargo es algo muy frecuente en las personas de este siglo.
Esta nueva enfermedad conocida como "brain fog" o neblina mental es un conjunto de síntomas muy frecuentes como no poder expresarse, tropezar en sus propias frases o no puede articularlas, olvidar palabras o escoger las inadecuadas, pequeños olvidos, dificultades para concentrarse, estudiar sin lograr aprender, poca claridad mental. Síntomas que se sobrellevan con paciencia cuando son esporádicos, pero requieren de atención médica cuando surgen prácticamente a diario o por largos períodos.
Es un problema que afecta a las personas de toda edad y entre los especialistas se describe como una alteración en la función ejecutiva. Los pacientes se quejan por la falta de concentración y por crecientes fallas en su capacidad de recordar.
Una paciente que padece de esta enfermedad de manera crónica escribió: "Imagínense ese punto en el que estás quedándote dormido y no puedes porque te preguntas si apagaste el horno o pusiste llave en la puerta. Ahora imagínense que ese es su estado mental normal, todo el día. La neblina mental se trata principalmente de olvidos, de no acordarse de ciertas palabras, citas, cosas que hacer, o simplemente de por qué entraste en la cocina".
Algunas personas que sufren de esta enfermedad se sienten poco inteligentes y se averguenzan por ello. Es que el mundo médico ha comenzado a prestarle atención a este cuadro de síntomas solo en los últimos años, principalmente en estudios relacionados con trastornos como la fibriomialgia o la fatiga crónica, donde se dan muchos síntomas de neblina mental. El término en sí y su uso en la medicina es bastante reciente, apenas unos cinco años. Por lo que dar con este diagnóstico es aún un poco complejo.
No es fácil encontrar médicos que reconozcan la existencia de la neblina mental, porque no es algo visible, como una pierna rota, o que se detecte fácilmente con exámenes, como cuando tienes una enfermedad de origen bacterial.
Quienes sufren de neblina mental dicen que es como mirar los pensamientos a través de un vidrio empañado. Es como un estado mental pantanoso. El bajo rendimiento mental genera un alto nivel de angustia y depresión: los afectados funcionan a medias y no rinden con lo esperado en un mundo cada vez más exigente y acelerado. Esto suele generar círculos viciosos, al no poder rendir según lo esperado. Mayor estrés, ansia y con ello trastornos de sueño.
A veces, la confusión mental se da en períodos específicos de la vida y puede tener múltiples causas. La mente borrosa puede tener su origen en cambios hormonales, en la depresión, la menopausia, los cuadros de estrés, los trastornos de sueño, la deficiencia de algunas vitaminas (en particular la B 12), la ingesta de ciertos medicamentos, el hipotiroidismo, la deshidratación, la obesidad o enfermedades como el lupus, el cáncer o la esclerosis múltiple. Un estudio publicado en 2015 por la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan encontró que el pensamiento difuso aumenta también en casos de trastornos de ánimo, como la bipolaridad.
La medicación puede ayudar a mejorar el estado de brain fog. Es importante consultar al médico si se padecen estos síntomas descritos frecuentemente.
A veces el problema tiene una sola raíz: puede ser una fibromialgia de base, o bien deficiencias nutricionales. Pero en otras, el origen es multifactorial. Se sugiere que el primer médico a visitar sea un internista. Es un tema que exige una visión global. No se puede tratar sin considerar posibles trastornos de sueño o desbalances hormonales. Si luego los exámenes reflejan que está todo en orden, lo que sigue es un manejo psicoterapéutico, que apunte a mejoras en la calidad de vida. Los especialistas coinciden en que tanto para no fundir el cerebro y prevenir la neblina como para atenuar estos molestos síntomas, es vital tener buenos hábitos saludables. Esto significa llevar una alimentación balanceada, dormir 7 a 9 horas todos los días (tampoco más) y evitar el consumo de sustancias tóxicas.
Qué es la "Neblina mental"?
Pequeños olvidos. No encontrar las palabras. Problemas para concentrarse. Sentirse confundido. Estudiar y no lograr aprender, ni rendir. Todos son síntomas de un nuevo trastorno mental muy común, que es tratable y prevenible.
Puede parecer algo típico de una persona alcohólica o bajo el efecto de las drogas, sin embargo es algo muy frecuente en las personas de este siglo.
Esta nueva enfermedad conocida como "brain fog" o neblina mental es un conjunto de síntomas muy frecuentes como no poder expresarse, tropezar en sus propias frases o no puede articularlas, olvidar palabras o escoger las inadecuadas, pequeños olvidos, dificultades para concentrarse, estudiar sin lograr aprender, poca claridad mental. Síntomas que se sobrellevan con paciencia cuando son esporádicos, pero requieren de atención médica cuando surgen prácticamente a diario o por largos períodos.
Es un problema que afecta a las personas de toda edad y entre los especialistas se describe como una alteración en la función ejecutiva. Los pacientes se quejan por la falta de concentración y por crecientes fallas en su capacidad de recordar.
Una paciente que padece de esta enfermedad de manera crónica escribió: "Imagínense ese punto en el que estás quedándote dormido y no puedes porque te preguntas si apagaste el horno o pusiste llave en la puerta. Ahora imagínense que ese es su estado mental normal, todo el día. La neblina mental se trata principalmente de olvidos, de no acordarse de ciertas palabras, citas, cosas que hacer, o simplemente de por qué entraste en la cocina".
Algunas personas que sufren de esta enfermedad se sienten poco inteligentes y se averguenzan por ello. Es que el mundo médico ha comenzado a prestarle atención a este cuadro de síntomas solo en los últimos años, principalmente en estudios relacionados con trastornos como la fibriomialgia o la fatiga crónica, donde se dan muchos síntomas de neblina mental. El término en sí y su uso en la medicina es bastante reciente, apenas unos cinco años. Por lo que dar con este diagnóstico es aún un poco complejo.
No es fácil encontrar médicos que reconozcan la existencia de la neblina mental, porque no es algo visible, como una pierna rota, o que se detecte fácilmente con exámenes, como cuando tienes una enfermedad de origen bacterial.
Quienes sufren de neblina mental dicen que es como mirar los pensamientos a través de un vidrio empañado. Es como un estado mental pantanoso. El bajo rendimiento mental genera un alto nivel de angustia y depresión: los afectados funcionan a medias y no rinden con lo esperado en un mundo cada vez más exigente y acelerado. Esto suele generar círculos viciosos, al no poder rendir según lo esperado. Mayor estrés, ansia y con ello trastornos de sueño.
A veces, la confusión mental se da en períodos específicos de la vida y puede tener múltiples causas. La mente borrosa puede tener su origen en cambios hormonales, en la depresión, la menopausia, los cuadros de estrés, los trastornos de sueño, la deficiencia de algunas vitaminas (en particular la B 12), la ingesta de ciertos medicamentos, el hipotiroidismo, la deshidratación, la obesidad o enfermedades como el lupus, el cáncer o la esclerosis múltiple. Un estudio publicado en 2015 por la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan encontró que el pensamiento difuso aumenta también en casos de trastornos de ánimo, como la bipolaridad.
La medicación puede ayudar a mejorar el estado de brain fog. Es importante consultar al médico si se padecen estos síntomas descritos frecuentemente.
A veces el problema tiene una sola raíz: puede ser una fibromialgia de base, o bien deficiencias nutricionales. Pero en otras, el origen es multifactorial. Se sugiere que el primer médico a visitar sea un internista. Es un tema que exige una visión global. No se puede tratar sin considerar posibles trastornos de sueño o desbalances hormonales. Si luego los exámenes reflejan que está todo en orden, lo que sigue es un manejo psicoterapéutico, que apunte a mejoras en la calidad de vida. Los especialistas coinciden en que tanto para no fundir el cerebro y prevenir la neblina como para atenuar estos molestos síntomas, es vital tener buenos hábitos saludables. Esto significa llevar una alimentación balanceada, dormir 7 a 9 horas todos los días (tampoco más) y evitar el consumo de sustancias tóxicas.