Un ensayo estudio científico confirma que los centenarios tienen más rasgos en común con los jóvenes que con los octogenarios. Los centenarios viven en muy buenas condiciones hasta el final de sus días según cuenta el ensayo.
Querían saber por qué hay personas tan longevas que llegan a los cien y más años, y por qué quienes tienen la suerte de alcanzar esa edad lo hacen en buenas condiciones casi hasta el final de sus días. Han realizado un interesante y completo estudio y ya tienen la respuesta. Alcanzar una edad igual o superior al tiempo de un siglo tiene un gran componente genético. Los hábitos de vida son lo de menos.
¿Qué tienen los centenarios?
El comportamiento del organismo de un centenario tiene más rasgos en común con el de los jóvenes que con el de población octogenaria.
Era necesario desentrañar las razones de que las cosas sucedan de esa manera. La intención, no es el interés por una vida muy larga, sino por conocer cómo actuar para preparar una vejez alejada de la dependencia. Se da la circunstancia de que las personas centenarias viven en muy buenas condiciones casi hasta el final de sus días. Y por ello el interés de los expertos.
Envejecer no es una enfermedad, pero hay que hacerlo en las mejores condiciones. Hay que tener claro que que mantenerse alejado de la dependencia es una conquista que se consigue antes de la vejez: con hábitos saludables. Pero la longevidad de los centenarios responde a otra realidad: Hay un gran componente genético, se hereda. No significa que los descendientes de alguien que ha vivido 100 años, vayan a disfrutar de la misma dicha, pero la probabilidad es alta.
En el estudio se han observado a un grupo de 33 centenarios. En todos los casos se estudiaron variables demográficas, estudios, hábitos tóxicos y sobre práctica de ejercicio y dieta.
Pero no solo estos factores. También prestaron atención a variables de funcionalidad física y psíquica, así como a las alteraciones cognitivas o de la vista y el oído. Las enfermedades que a lo largo de la vida habían padecido fue otro de los aspectos analizados. La conclusión afirma que la longevidad de los centenarios es genética.
Los hábitos de vida y las circunstancias que han rodeado año tras año a estas personas no llegan a determinar la duración de su vida. De hecho el especialista en geriatría rompe con sus explicaciones una creencia bastante extendida en el ámbito popular: la longevidad es propia de ambientes rurales. No es así, se han encontrado centenarios en ambientes rurales y también en entornos urbanos.
Un estudio científico revela que vivir más de 100 años está escrito en los genes
Querían saber por qué hay personas tan longevas que llegan a los cien y más años, y por qué quienes tienen la suerte de alcanzar esa edad lo hacen en buenas condiciones casi hasta el final de sus días. Han realizado un interesante y completo estudio y ya tienen la respuesta. Alcanzar una edad igual o superior al tiempo de un siglo tiene un gran componente genético. Los hábitos de vida son lo de menos.
¿Qué tienen los centenarios?
El comportamiento del organismo de un centenario tiene más rasgos en común con el de los jóvenes que con el de población octogenaria.
Era necesario desentrañar las razones de que las cosas sucedan de esa manera. La intención, no es el interés por una vida muy larga, sino por conocer cómo actuar para preparar una vejez alejada de la dependencia. Se da la circunstancia de que las personas centenarias viven en muy buenas condiciones casi hasta el final de sus días. Y por ello el interés de los expertos.
Envejecer no es una enfermedad, pero hay que hacerlo en las mejores condiciones. Hay que tener claro que que mantenerse alejado de la dependencia es una conquista que se consigue antes de la vejez: con hábitos saludables. Pero la longevidad de los centenarios responde a otra realidad: Hay un gran componente genético, se hereda. No significa que los descendientes de alguien que ha vivido 100 años, vayan a disfrutar de la misma dicha, pero la probabilidad es alta.
En el estudio se han observado a un grupo de 33 centenarios. En todos los casos se estudiaron variables demográficas, estudios, hábitos tóxicos y sobre práctica de ejercicio y dieta.
Pero no solo estos factores. También prestaron atención a variables de funcionalidad física y psíquica, así como a las alteraciones cognitivas o de la vista y el oído. Las enfermedades que a lo largo de la vida habían padecido fue otro de los aspectos analizados. La conclusión afirma que la longevidad de los centenarios es genética.
Los hábitos de vida y las circunstancias que han rodeado año tras año a estas personas no llegan a determinar la duración de su vida. De hecho el especialista en geriatría rompe con sus explicaciones una creencia bastante extendida en el ámbito popular: la longevidad es propia de ambientes rurales. No es así, se han encontrado centenarios en ambientes rurales y también en entornos urbanos.