Debido al fuerte impacto que tuvo nuestro post de "Curiosidades sobre personajes históricos y su salud" y ya que la salud y la historia son pilares fundamentales de nuestra web, hoy les traemos otro post que es una fusión de ambas: Cosas curiosas sobre personajes históricos y su salud. Personajes famosos de la historia que padecieron enfermedades y que seguramente no lo sabías. Si te gusta este post comenta y seguiremos investigando sobre más personajes célebres de la historias y sus patologías.
Cosas curiosas sobre personajes históricos y su salud - Julio César
La enfermedad fue considerada por los hombres de muchas épocas pasadas un castigo divino, pero sólo una ha sido calificada como enfermedad sagrada o "La enfermedad de los Dioses": la epilepsia.
Como afectado de gran mal, podemos considerar a Julio César según aparece en un documento escrito por Plutarco en "Vidas Paralelas".
Todos sus biógrafos nos dejan constancia de los ataques que sufría, durante los cuales se quedaba junto a él sólo un esclavo griego que le atendía solícito desde su juventud; todas las demás personas debían ausentarse respetuosamente, ya que César no hubiese permitido jamás ser convertido en espectáculo.
En las jornadas previas a algunas de sus grandes batallas como la de Tapso, sufrió crisis convulsivas en su tienda de campaña y llegó a decirse que durante las mismas, recibía la inspiración para el desarrollo bélico que siempre le condujo de triunfo en triunfo.
Otros historiadores creen que solamente padecía terribles migrañas y desvanecimientos ocasionales.....
Como todos los grandes hombres de la Historia, César también ha sufrido la deformación de la realidad de su vida, convertido, tanto para bien como para mal, en un mito.
Maximilien Robespierre (1758-1794) fue uno de los líderes más destacados de la Revolución Francesa. Su rostro, picado de viruela, muestra las huellas de esta terrible enfermedad que posiblemente padeció en su niñez.
Sin embargo, en ninguno de sus retratos "oficiales" se muestra (ni una sola) de las más de cien cicatrices. Sin duda, Robespierre era un hombre peligroso y los pintores de la época tomaron ciertas precauciones.
Donde si aparecen es en su máscara mortuoria. Quedaron grabadas en el molde de yeso de su cara que Madame Tussaud realizó después de morir decapitado. En ella, se puede observar una depresión en el lado izquierdo del rostro provocado por el disparo que recibió el día anterior a su ejecución. Robespierre fue atendido del tiro que le fracturó la mandíbula para poder ser guillotinado.
La copia de ésta máscara, conservada en el Museo de Historia Natural de Aix en Provence, ha servido para desarrollar esta reconstrucción en 3D.
Un estudio más a fondo, publicado por "The Lancet", presenta a Robespierre como un hombre enfermo, quizá el caso más antiguo de sarcoidosis.
Al parecer, padecía continuas hemorragias nasales "cubría su almohada de sangre fresca todas las noches", ictericia "su piel y sus ojos de color amarillo", astenia "sentía cansancio continuo" y úlceras recurrentes en las piernas.
En el siglo XVII Margarita Veronese ofrecía sus servicios como partera en la ciudad de Venecia. El 4 de marzo de 1678, en medio de un temblor de tierra, atendió el parto de un bebé de pelo rojo (con hipoxia y agónico) al que incluso tuvo que reanimar con el "boca a boca".
Pensando que no viviría y a pesar de que los bautizos fuera de las iglesias estaban prohibidos, decidió bautizarlo en su casa. Lo llamó Antonio Lucio Vivaldi Calicchio y contra todo pronóstico, sobrevivió.
Dos meses después, no sin antes practicarle un exorcismo, el pequeño fue bautizado oficialmente en la iglesia de San Giovanni in Bragora.
Vivaldi, apodado "el cura rojo" (por ser sacerdote y pelirrojo), se convertiría en un virtuoso del violín y compositor de obras tan célebres como "las Cuatro Estaciones".
Su frágil estado de salud, visible desde su nacimiento, le acompañaría toda su vida. Como él mismo decía, padecía de "pecho estrecho", posiblemente asma.
Este es un pequeño homenaje a Margarita Veronese y su difícil profesión. La de ayudar a que la vida se abra paso.
El AMOR POR EL ARTE. Un tratamiento, sin receta médica, al parecer muy efectivo.
En 1941 Matisse entra en el quirófano para ser operado de un cáncer de duodeno. Tras la intervención, le pide al doctor Leriche "al menos cuatro años de vida para poder acabar su obra". Aunque el pronóstico es muy pesimista, (con suerte de unos seis meses), el pintor va a poder disfrutar de una prórroga de trece años.
En esta imagen en blanco y negro vemos a Matisse ya muy enfermo, sin fuerzas para poder acercarse al caballete.
En su lucha por descubrir nuevas formas de expresar su arte comienza a dibujar con las tijeras. Aquellos papeles coloristas, agrupados en formas abstractas eran, a ojos de los profanos, un mero entretenimiento de un viejo muriéndose de cáncer. Sin embargo, los recortables de Matisse, "los cut-outs", siluetas recortadas y pegadas luego sobre enormes papeles, eran las armas que utiliza el pintor para luchar contra la enfermedad en el ocaso de su vida.
En ocasiones, las enfermedades nos obligan a mirarnos por dentro. Quizá sacan lo mejor de nuestro interior, aquello que, llegado el momento, no deseamos que muera con nosotros.
Un pequeño homenaje al pintor Henri Émile Benoît Matisse (31 de diciembre de 1869-3 de noviembre de 1954).
Caballetes con poleas y pinceles atados a sus deformados dedos, esos fueron algunos de los ingeniosos métodos que tuvo que emplear Auguste Renoir (1841-1919) para poder seguir pintando.
Durante 25 años el maestro impresionista padeció una artritis reumatoide cada vez más incapacitante.
"Cuando miramos las pinturas de Renoir, es fácil olvidar que sufría un gran problema (…). Pintar fue casi una necesidad física y a veces una cura, como si desease crear sobre el lienzo aquellas cosas que tenía que perderse en la vida real a causa de su incapacidad", relataba un artículo publicado hace unos años en el 'British Medical Journal'.
Se piensa que su artritis comenzó cuando tenía 50 años y le causó terribles dolores. Con el tiempo, no pudo ya desplazarse con muletas y quedó postrado en una silla de ruedas. Pero esto no le impidió seguir pintando según su nieto más de 400 pinturas, periodo en el cual tampoco dejo de viajar y liarse sus cigarrillos.
Cuentan que la reina María Antonieta de Austria, el día que iba a ser ejecutada en la guillotina, se despertó con el cabello completamente blanco.
Los expertos creen que en realidad pudo tratarse de un tipo de "alopecia areata": Caída repentina del cabello, pero respetando los no pigmentados, es decir las canas, y perdiendo únicamente el pelo que aún conservaba su color. Como consecuencia, da la impresión visual de que el sujeto ha encanecido bruscamente en un corto plazo de tiempo.
La alopecia areata aguda difusa, suele producirse en circunstancias en que el individuo vive una situación de gran estrés.
Hoy día en dematología este tipo de alopecia, es conocida como "El Síndrome María Antonieta".
El Emperador Bizantino Teófilo, el primer caso de PAGOFAGIA de la historia.
Padecer pagofagia, comer hielo, nieve o ingerir bebidas heladas de forma compulsiva, es una variante de la enfermedad conocida como "pica". Se trata de un trastorno alimentario que consiste en el deseo irresistible de ingerir sustancias, algunas de ellas no comestibles como tierra, arcilla, tiza, jabón, papel, pelo, ceniza, materia fecal, o como el caso del emperador bizantino Teófilo (813 y el 842 dC), la necesidad de ingerir nieve constantemente.
Al parecer, tras la conquista de su ciudad natal (Amorion) por los árabes, Teófilo comenzó a sufrir serios trastornos, entre ellos alimentarios.
Los cronistas de la época dejan escrito: "El desastre se asentó en el alma de Teófilo y sin consuelo se negó a ingerir cualquier alimento o bebida, excepto agua muy helada, que derive de la nieve". Describen en el emperador síntomas propios de una enfermedad gastrointestinal crónica con episodios de diarrea, probablemente debido a una infección microbiana derivada de la ingesta de nieve derretida de dudosa pureza. Quizá esta fue su única dieta en un intento de aliviar la "quema interna" que padecía y que le llevó a morir de disentería.
Según el Acta Medico-Historica Adriatica, se trataría del primer caso de pagofagia documentado de la historia.
ESOPO (s. VI a. C)fue un fabulista griego, de quien no está probada su existencia como persona real, al que la leyenda atribuye haber nacido en Frigia, Tracia, Samos o Egipto....y haber sido esclavo manumitido (liberado) del filósofo Janto.
En este busto, al igual que otras muchas ilustraciones, aparece representado como un personaje deforme. Plutarco que fue contemporáneo suyo decía que era feo, tartamudo y jorobado, aunque también ingenioso, inteligente y bromista. Pero ante todo la imagen que ha quedado de Esopo, es la de un fantástico escritor de fábulas.