Crearon un spray para no bañarse y es todo un éxito. Será que con esto la ducha quedará en el olvido o pasará de moda?
El producto se compone de una "bruma" de billones de bacterias que se encargan de transformar el amoníaco del sudor en nitrato. Cuesta 77 euros y es un boom de ventas: ya se agotó y quienes lo quieran probar deberán esperar.
La limpieza y el aseo personal son unos de los factores básicos que caracterizan a la civilización occidental y del primer mundo. Desde bien pequeños, la ducha o el baño forman parte del día a día de las personas. No obstante, desde hace tiempo varios expertos alertan sobre los efectos nocivos para la piel que tienen el uso de agua y jabones de forma reiterada. De acuerdo a estas teorías ya ha aparecido una solución. Un científico estadounidense ha desarrollado un aerosol que promete eliminar la suciedad y el mar olor del organismo sin tener que pasar por la ducha.
La base de este invento es biológica. El producto se compone de bruma bacteriológica, una capa de líquido habitado por billones de bacterias que se encargan de transformar el amoníaco del sudor en nitrato. Denominadas Nitrosomonas Eutrophas, estos microorganismos se generan de forma natural en zonas donde hay suciedad. Originalmente, y mucho antes de la invención del jabón y de adoptar el baño como una rutina, estas bacterias también habitaban el cuerpo humano a fin de autolimpiarlo.
Bajo esta idea, el científico David Whitlock emprendió sus estudios bacteriológicos con el fin de conseguir crear lo que ahora ha hecho: elaborar un concentrado de estos microorganismos aislados que se pueda pulverizar sobre la piel y así limpiarla de inmediato.
Tras doce años de investigación, el producto ya está en el mercado y se comercializa bajo el nombre de AO+Refreshing Cosmetic Mist. Desarrollado por los laboratorios AOBiome, el producto tiene un precio de 77 euros y alcanza hasta para hasta un mes de uso, mientras que el precio del pack para tres meses es de 197 euros.
Whitlock tenía claro que quería, no solo posicionarse como el científico del momento, sino también hacerse de oro con su investigación y así lo está haciendo, pues el aerosol se ha agotado a las pocas semanas de su lanzamiento. Ante la gran demanda de peticiones, la organización ha comunicado que los solicitantes deberán esperar un tiempo hasta que haya nuevo stock. Esto es debido a que la composición del spray implica la reproducción en laboratorio de las bacterias, un proceso lento y natural que exime que el producto pueda producirse en cadena.
El propio David Whitlock ha asegurado que lleva más de una década sin ducharse y su equipo afirma que hasta el momento nunca se le ha detectado mal olor corporal. No obstante, desde AOBiome proponen el nuevo invento como un complemento más al aseo diario y no como un sustituto eterno. Así, recomiendan usarlo después de la ducha –que puede espaciarse en el tiempo- y también antes de ir a dormir. Más de un tercio de la población que testeó el AO aseguró que el producto no tiene ningún olor, que no deja huella y que resulta agradable, pues su funcionamiento recuerda mucho al del desodorante.
El producto se compone de una "bruma" de billones de bacterias que se encargan de transformar el amoníaco del sudor en nitrato. Cuesta 77 euros y es un boom de ventas: ya se agotó y quienes lo quieran probar deberán esperar.
Cosas Curiosas : Spray para no bañarse
La limpieza y el aseo personal son unos de los factores básicos que caracterizan a la civilización occidental y del primer mundo. Desde bien pequeños, la ducha o el baño forman parte del día a día de las personas. No obstante, desde hace tiempo varios expertos alertan sobre los efectos nocivos para la piel que tienen el uso de agua y jabones de forma reiterada. De acuerdo a estas teorías ya ha aparecido una solución. Un científico estadounidense ha desarrollado un aerosol que promete eliminar la suciedad y el mar olor del organismo sin tener que pasar por la ducha.
La base de este invento es biológica. El producto se compone de bruma bacteriológica, una capa de líquido habitado por billones de bacterias que se encargan de transformar el amoníaco del sudor en nitrato. Denominadas Nitrosomonas Eutrophas, estos microorganismos se generan de forma natural en zonas donde hay suciedad. Originalmente, y mucho antes de la invención del jabón y de adoptar el baño como una rutina, estas bacterias también habitaban el cuerpo humano a fin de autolimpiarlo.
Bajo esta idea, el científico David Whitlock emprendió sus estudios bacteriológicos con el fin de conseguir crear lo que ahora ha hecho: elaborar un concentrado de estos microorganismos aislados que se pueda pulverizar sobre la piel y así limpiarla de inmediato.
Tras doce años de investigación, el producto ya está en el mercado y se comercializa bajo el nombre de AO+Refreshing Cosmetic Mist. Desarrollado por los laboratorios AOBiome, el producto tiene un precio de 77 euros y alcanza hasta para hasta un mes de uso, mientras que el precio del pack para tres meses es de 197 euros.
Whitlock tenía claro que quería, no solo posicionarse como el científico del momento, sino también hacerse de oro con su investigación y así lo está haciendo, pues el aerosol se ha agotado a las pocas semanas de su lanzamiento. Ante la gran demanda de peticiones, la organización ha comunicado que los solicitantes deberán esperar un tiempo hasta que haya nuevo stock. Esto es debido a que la composición del spray implica la reproducción en laboratorio de las bacterias, un proceso lento y natural que exime que el producto pueda producirse en cadena.
El propio David Whitlock ha asegurado que lleva más de una década sin ducharse y su equipo afirma que hasta el momento nunca se le ha detectado mal olor corporal. No obstante, desde AOBiome proponen el nuevo invento como un complemento más al aseo diario y no como un sustituto eterno. Así, recomiendan usarlo después de la ducha –que puede espaciarse en el tiempo- y también antes de ir a dormir. Más de un tercio de la población que testeó el AO aseguró que el producto no tiene ningún olor, que no deja huella y que resulta agradable, pues su funcionamiento recuerda mucho al del desodorante.