La palabra "phubbing" viene de "phone" (teléfono) y "snibbing" (desairar) y ocurre cuando alguien lo ignora a usted por estar concentrado en su teléfono celular. Pero que es entonces el Phubbing y cómo nos afecta?
Un fenómeno tan conocido como mirar el celular olvidándonos del entorno, ahora fue rebautizado en EEUU como Phubbing. Conoce todas sus consecuencias.
Con frecuencia nos encontramos ante amigos, familiares y compañeros que no pueden desprenderse de su celular. Ya sea en una reunión, una cena o simplemente una tarde en el parque, cada vez es más notorio que las personas miren la pantalla de su smartphone antes que las personas que tienen enfrente. Este fenómeno fue denominado Phubbing. Una mezcla de dos palabras en inglés: phone (teléfono) y snubbing (menosprecio). La fusión habla del menosprecio que le damos al entorno por mirar el teléfono. Pero, ¿qué consecuencias tiene?
Las personas necesitamos relacionarnos. Especialmente en las edades tempranas, tenemos la necesidad de desarrollar nuestras capacidades sociales. Eso nos forma como personas y forja nuestra personalidad. Si una persona prefiere relacionarse con otra de manera virtual, es decir, sin un contacto físico, probablemente pierda la oportunidad de desarrollar muchas capacidades. Estudios recientes afirman que el 90% de los adolescentes prefiere relacionarse a través del smartphone que verse cara a cara.
Lo mismo sucede con los adultos. Cada vez nos encontramos ante más reuniones de amigos o familiares donde los celulares juegan un rol principal. La comunicación queda subordinada, dando prioridad a la actualización de los estados en las redes sociales, a las búsquedas en Google o simplemente a chequear qué estuvo pasando. Sentirnos conectados por Internet, pero desconectados del mundo real. Eso es el fenómeno Phubbing. Aunque no podamos cambiar el mundo, puedes cambiar a tu entorno. Invítalos en la próxima reunión a dejar sus celulares de lado y volver a fomentar las conversaciones reales. Incluso si estás en una reunión familiar, pasa una canasta para que cada uno deposite su celular y logren divertirse. Actualmente existen varias campañas contra el Phubbing con el fin de generar conciencia en las personas y lograr que dejen un poco de lado los smartphones. Aquí te dejamos un video para que conozcas un poco más que es el Phubbing:
La solución al Phubbing
La doctora Gissela Echeverría revela en su libro ‘Conéctese con sus hijos para que se desconecten de la red’, el caso de una niña a la que su madre optó por decomisarle el teléfono pues la encontró chateando a las 2:00 a.m. con una amiga.
No solo eso, la niña vivía pegada día y noche al teléfono como si fuera una extensión de su cuerpo.
Esta misma situación es la que enfrentan hoy por hoy muchísimos padres, quienes no saben qué hacer para salvar a sus hijos de la que consideran una adicción al teléfono.
No obstante, en el caso que narra la doctora Echeverría, la niña al verse despojada del celular, comenzó a autoagredirse en señal de protesta: se cortaba los brazos, se hurgaba la cara, se arrancaba el pelo, se lastimaba la piel hasta sangrar y hasta se arrancaba la cutícula a tirones.
Ante cada conducta destructiva de la niña, los padres respondían con el mismo método: quitarle lo que más amaba, el teléfono. Incluso si la niña tenía problemas con su hermanito menor, al que los padres sobreprotegían, le quitaban el teléfono.
Al ir mucho más a fondo, la terapia psicológica arrojó que la familia tenía grandes problemas de fondo. En resumen, la niña no era adicta al teléfono y mucho menos al Whatsapp, ella era adicta a la sensación de alivio emocional que le otorgaba el hecho de ponerse en contacto con sus amigas del colegio que, al parecer, sí la comprendían.
“Al recibir respuesta inmediata a sus mensajes, sentía que era importante para alguien”, explica Echeverría. En conclusión, el teléfono es adictivo porque sacia una necesidad. El antídoto: la presencia constante y amorosa de los padres.
Consejos de los expertos contra el Phubbing
Padres unidos jamás serán vencidos: A la hora de tratar las adicciones de los niños y los adolescentes a las redes sociales y a los teléfonos y tabletas, es importante formar un frente común entre padre y madre. Si ella les arranca el teléfono de las manos cuando comen, pero él la desautoriza y les devuelve el aparato a los hijos, se avecinan los problemas.
Las reglas que se aplican en casa, deben extenderse a otros espacios que los niños comparten con otros cuidadores, los tíos o los abuelos, por ejemplo. Lo que se busca es coherencia.
Aquí, algunos de los consejos que ofrece la autora del libro ‘Conéctese con sus hijos para que se desconecten de las redes’.
Plan básico para hijos adictos al celular
1. Empiece por usted. Suelte el teléfono y modele el comportamiento que quiere enseñarles a sus hijos
2. Apague el teléfono al llegar a casa y concéntrese en la vida familiar.
3. Disponga un lugar específico de la casa donde se ubiquen todos los celulares antes de sentarse a comer.
4. Instituya, como norma, que nadie se siente a la mesa con el teléfono.
5. Deje el teléfono celular fuera de la cama. Todos a dormir!
6. Preste atención a las personas cuando hablan, antes que a su teléfono, Priorice.
Plan avanzado hacia la libertad
1. Por la mañana, tomen los teléfonos cuando salgan de la casa para ir al trabajo o la escuela, no antes. Que buscar el teléfono no sea lo primero que hacen al abrir los ojos cada mañana.
2. Postergue las respuestas a los mensajes de texto o los que le lleguen al Whatsapp, si eso interrumpe alguna actividad de trabajo o estudio, y mucho más si está en una comida, una reunión familiar o de amigos, a menos que se trate de una emergencia que comprometa la salud o la vida de alguien importante.
3. Apague el teléfono cuando vayan de paseo, al cine, al teatro, para que disfruten del momento. Todo puede esperar. Anímese a pasar sin celular durante las vacaciones y el fin de semana completo.
Un fenómeno tan conocido como mirar el celular olvidándonos del entorno, ahora fue rebautizado en EEUU como Phubbing. Conoce todas sus consecuencias.
Phubbing: la manía de ignorar a los demás con el celular
Con frecuencia nos encontramos ante amigos, familiares y compañeros que no pueden desprenderse de su celular. Ya sea en una reunión, una cena o simplemente una tarde en el parque, cada vez es más notorio que las personas miren la pantalla de su smartphone antes que las personas que tienen enfrente. Este fenómeno fue denominado Phubbing. Una mezcla de dos palabras en inglés: phone (teléfono) y snubbing (menosprecio). La fusión habla del menosprecio que le damos al entorno por mirar el teléfono. Pero, ¿qué consecuencias tiene?
Las personas necesitamos relacionarnos. Especialmente en las edades tempranas, tenemos la necesidad de desarrollar nuestras capacidades sociales. Eso nos forma como personas y forja nuestra personalidad. Si una persona prefiere relacionarse con otra de manera virtual, es decir, sin un contacto físico, probablemente pierda la oportunidad de desarrollar muchas capacidades. Estudios recientes afirman que el 90% de los adolescentes prefiere relacionarse a través del smartphone que verse cara a cara.
Lo mismo sucede con los adultos. Cada vez nos encontramos ante más reuniones de amigos o familiares donde los celulares juegan un rol principal. La comunicación queda subordinada, dando prioridad a la actualización de los estados en las redes sociales, a las búsquedas en Google o simplemente a chequear qué estuvo pasando. Sentirnos conectados por Internet, pero desconectados del mundo real. Eso es el fenómeno Phubbing. Aunque no podamos cambiar el mundo, puedes cambiar a tu entorno. Invítalos en la próxima reunión a dejar sus celulares de lado y volver a fomentar las conversaciones reales. Incluso si estás en una reunión familiar, pasa una canasta para que cada uno deposite su celular y logren divertirse. Actualmente existen varias campañas contra el Phubbing con el fin de generar conciencia en las personas y lograr que dejen un poco de lado los smartphones. Aquí te dejamos un video para que conozcas un poco más que es el Phubbing:
Video : Que es el Phubbing
La solución al Phubbing
La doctora Gissela Echeverría revela en su libro ‘Conéctese con sus hijos para que se desconecten de la red’, el caso de una niña a la que su madre optó por decomisarle el teléfono pues la encontró chateando a las 2:00 a.m. con una amiga.
No solo eso, la niña vivía pegada día y noche al teléfono como si fuera una extensión de su cuerpo.
Esta misma situación es la que enfrentan hoy por hoy muchísimos padres, quienes no saben qué hacer para salvar a sus hijos de la que consideran una adicción al teléfono.
No obstante, en el caso que narra la doctora Echeverría, la niña al verse despojada del celular, comenzó a autoagredirse en señal de protesta: se cortaba los brazos, se hurgaba la cara, se arrancaba el pelo, se lastimaba la piel hasta sangrar y hasta se arrancaba la cutícula a tirones.
Ante cada conducta destructiva de la niña, los padres respondían con el mismo método: quitarle lo que más amaba, el teléfono. Incluso si la niña tenía problemas con su hermanito menor, al que los padres sobreprotegían, le quitaban el teléfono.
Al ir mucho más a fondo, la terapia psicológica arrojó que la familia tenía grandes problemas de fondo. En resumen, la niña no era adicta al teléfono y mucho menos al Whatsapp, ella era adicta a la sensación de alivio emocional que le otorgaba el hecho de ponerse en contacto con sus amigas del colegio que, al parecer, sí la comprendían.
“Al recibir respuesta inmediata a sus mensajes, sentía que era importante para alguien”, explica Echeverría. En conclusión, el teléfono es adictivo porque sacia una necesidad. El antídoto: la presencia constante y amorosa de los padres.
Consejos de los expertos contra el Phubbing
Padres unidos jamás serán vencidos: A la hora de tratar las adicciones de los niños y los adolescentes a las redes sociales y a los teléfonos y tabletas, es importante formar un frente común entre padre y madre. Si ella les arranca el teléfono de las manos cuando comen, pero él la desautoriza y les devuelve el aparato a los hijos, se avecinan los problemas.
Las reglas que se aplican en casa, deben extenderse a otros espacios que los niños comparten con otros cuidadores, los tíos o los abuelos, por ejemplo. Lo que se busca es coherencia.
Aquí, algunos de los consejos que ofrece la autora del libro ‘Conéctese con sus hijos para que se desconecten de las redes’.
Plan básico para hijos adictos al celular
1. Empiece por usted. Suelte el teléfono y modele el comportamiento que quiere enseñarles a sus hijos
2. Apague el teléfono al llegar a casa y concéntrese en la vida familiar.
3. Disponga un lugar específico de la casa donde se ubiquen todos los celulares antes de sentarse a comer.
4. Instituya, como norma, que nadie se siente a la mesa con el teléfono.
5. Deje el teléfono celular fuera de la cama. Todos a dormir!
6. Preste atención a las personas cuando hablan, antes que a su teléfono, Priorice.
Plan avanzado hacia la libertad
1. Por la mañana, tomen los teléfonos cuando salgan de la casa para ir al trabajo o la escuela, no antes. Que buscar el teléfono no sea lo primero que hacen al abrir los ojos cada mañana.
2. Postergue las respuestas a los mensajes de texto o los que le lleguen al Whatsapp, si eso interrumpe alguna actividad de trabajo o estudio, y mucho más si está en una comida, una reunión familiar o de amigos, a menos que se trate de una emergencia que comprometa la salud o la vida de alguien importante.
3. Apague el teléfono cuando vayan de paseo, al cine, al teatro, para que disfruten del momento. Todo puede esperar. Anímese a pasar sin celular durante las vacaciones y el fin de semana completo.